Diversidad funcional o la autogestión individual de nuestras vidas.

24 agosto 2011

VERDADES ESCONDIDAS.

Filed under: Arte y reivindicación, Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 12:32

image

Queridxs amigxs    El 19 de agosto del 2010 estrenamos en la población sevillana de Guillena el proyecto colectivo “Verdades Escondidas”de nuestra cantautora Lucia Sòcam.

En este año de vida del proyecto se ha roto positivamente todas las expectativa que pusimos en el,logrando ampliamente nuestro gran objetivo,que era dar a conocer nuestras Verdades Escondidas”al mayor numero de personas posibles,casi sin medios ,ni apoyo mediatico de nadie,

Este proyecto donde han participado mas de 120 trabajos relacionado con la Memoria Histórica . ha  recibido en esta primera temporada tres premios uno el de las consejerías de agricultura y pesca y para la igualdad y bienestar social ,reconocieron  a Lucia Sòcam entre las ocho mujeres rurales excepcionales en Andalucía por el proyecto Verdades Escondidas y los otros uno del Eximo. Ayto. De Marinaleda. Y otro del Excmo. Ayuntamiento de Guillena,

Estos reconocimientos no son solo para el trabajo de nuestra compañera Lucia Sòcam y nuestra modesta cooperativa Utopía Producciones es al esfuerzo colectivo

de miles de personas que están colaborando activamente en el proyecto: Autores,poeta,músicos,asociaciones memorialistas,historiadores y gente sensible a nuestra causa que la siguen divulgándolo por los cinco continentes nuestras“Verdades Escondidas “esas Historia muy personales e intimas de sus

sentimientos mas profundos, de la verdadera historia contada de primerísima mano de un periodo donde solo se pudo escuchar la voz de los vencedores y nunca el murmullo de los que sufrieron el atropello brutal ,la represión indiscriminada ,el asesinato ,el exilio por la España Fascista de la dictadura franquista.

Verdades Escondidas” en esta primera temporada de su lanzamiento ha conseguido un total de cien mil descargas directas del CD y unas vente mil del DVD.

La tirada física del CD-Libro en edición limitada cuyos beneficios fueron a parar a una trentena de asociaciones y colectivos memorialistas en quince días se agotaron .

En directo se ha estrenado ya en una veintena de poblaciones y desde aquí nuestro agradecimiento a todos los que confiado en el proyecto llevándolo a sus poblaciones:Ayto .Guillena,Ayto de Sevilla;Junta de Andalucia,Ayto.de Chiclana de la Frontera,ARMH nacional,AMECADEC-Castuera,Memoria Viva-Merida,Ayto de Montellano,Ayto de Melegi-Granada,Ayto de Vaciamadrid,Afeem-Zaragoza,Federacion Socialista de Navarra-Pamplona,FAMYR_Gijon,FREEE-Argeles Sur de Mer-Francia-IU de Dos Hermanas,ayto.de La Franquese del Valle-Barcelona,ayto de Loja-Granada,Ayto de Fuentes de Andalucia,ASoc Memoria y Justicia,Asoc Fuerte de San Cristobal -Pamplona,Federación de asociaciones del exilio-Francia,IU de Cadiz,Asoc antifranquista del baix Llobregat-Barcelona ,Jesus Navarro S.A -Novelda-Alicante ,Foro por la Memoria,CGT etc

Si todavía no lo tienes lo puedes descargar totalmente gratis en estos enlaces:

LUCÍA SÓCAM

"VERDADES ESCONDIDAS"

CD EN RIGUROSO DIRECTO

Descargar desde MEGAUPLOAD C
http://www.megaupload.com/?d=P0CJZWUR

Descargar desde MEGAUPLOAD EL DVD:

http://www.megaupload.com/?d=QGDIF1EP

LIBRO"VERDADES ESCONDIDAS"

http://www.megaupload.com/?d=Z8G4NTL4

http://www.megaupload.com/?d=6C3UJQKT

– Pincha en el enlace.

En esta segunda Temporada en cartelera, Nuestro objetivo en esta segunda temporada es llevar a todos los rincones nuestra “Verdades Escondidas”

Nota:le adjunto Dossier y enlace donde lo puedes conocerlo mejor,si usted esta interesado en llevarlo a su población lo puedo mandar por correo ordinario el CD-libro y DVD del espectáculo

Reciba un cordial saludo:

Jose Gabriel Rodriguez

Coordinador de “Verdades Escondidas”

telf:685974178

Email:utopiaproducciones@hotmail.com

http://produccionesutopia.blogspot.com/

www.luciasocam.es

http://youtu.be/vnNb5_7Qcn8

http://youtu.be/R5VC4HETI-o

http://youtu.be/jRfK4q–hw0

http://youtu.be/0iWAz9ymTMQ

LUCIA SOCAM dossier 1.pdf

20 julio 2011

Verdad y Justicia: Tudela 1936

Filed under: Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 12:54

Corto-documental que narra los hechos acaecidos en Tudela de Duero (Valladolid) en la sublevación militar del 18 de julio de 1936 y la posterior represión. Presentado el día 9 de julio de 2011 en el acto de homenaje a los represaliados en Tudela

http://vimeo.com/moogaloop.swf?clip_id=26317625&server=vimeo.com&show_title=1&show_byline=1&show_portrait=1&color=00adef&fullscreen=1&autoplay=0&loop=0

Tudela 1936 from Grupo Verdad y Justicia on Vimeo.

27 noviembre 2010

QUÉ PENA QUE TODAVÍA SIGAMOS BUSCANDO ABUELOS

Filed under: Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 15:40

Por Jerónimo Jesús de la Torre Tapias.

clip_image002

LA MEMORIA VIVA

TRAS 75 AÑOS (1936-2010),

EL FASCISMO IMPUNE

Después de tanto tiempo transcurrido desde aquel alzamiento desleal y criminal de 1936 que trajo consigo la guerra incivil, no sabemos dónde buscar para localizar a muchos de nuestros abuelos aún “desaparecidos”; no sabemos dónde se encuentran esos restos de tantos como fueron “paseados”, asesinados sin juicio ni razón alguna.

Y si la cifra de estos “asesinados de las cunetas” supera con mucho los 100.000 (cerca de 150.000), debemos recordar que la represión, barbarie y genocidio fascistas supuso todo tipo de fechorías y salvajadas, desde los citados “paseos” hasta fusilamientos (tras juicios sumarísimos sin defensa alguna), desde muertes inducidas (en cárceles, campos de concentración o de trabajo, batallones de trabajadores, calabozos, ayuntamientos, cuarteles y cuartelillos, iglesias, conventos, seminarios, monasterios) hasta internamientos y torturas en diversos centros, desde el exilio (en muy penosas condiciones) hasta la marginación extrema (lisiados, huérfanos, viudas, pobres), desde robos de bienes materiales o “embargos” improcedentes al ninguneo (forzando a pasar hambre, miseria y sufrir el paro por tener otras ideas, etc.), desde facilitar a la policía española niños secuestrados fuera de España hasta robar niños en el interior del país (directamente a los padres o a la madre en el momento del parto para ser vendidos o entregados a otras familias) o ser internados multitud de niños en correccionales, centros religiosos o “integrales” (donde se les formaba ya con un “espíritu integrador nacional-católico-falangista”).

Sin pretender olvidarnos de nadie, mencionar también a tantos y tantos que ni siquiera sabemos quiénes son o qué les ocurrió y dónde andan, incluso muchos que aún siguen vivos y no saben ni ellos mismos su propio nombre ni qué fue de ellos en verdad; muchos seguirán viviendo o habrán vivido una parte importante de sus vidas engañados o con identidades falsas.

En un régimen democrático como éste se debe, sin demora, aplicar justicia, verdad, reparación, dignidad y recuperar el nombre de todos ellos (perseguidos y represaliados en general; véase, entre otros casos, el de las desapariciones forzadas), víctimas de una guerra impuesta y salvaje, con planes de exterminio y eliminación “de raíz”, y de una posguerra y un régimen igualmente deleznables y atroces; además esta democracia -sin dudarlo un momento, si se tiene como tal- debe incluir a todos en el Registro Civil, anular las sentencias de ese franquismo criminal indolente e impune y ayudar a las familias a encontrar a los suyos.

No cabe justificación alguna para seguir dejando pasar el tiempo sin “parar los pies” (esclarecer) de una vez por toda toda aquella miseria abominable de guerra y dictadura, con aprovechamiento lucrativo y explotación por parte de muchos (ya fuesen religiosos, médicos, constructores, políticos, militares, terratenientes, etc.), sin dejar de citar a ideólogos pro régimen e historiadores de panegírico diario y soflama propagandística de injusticia y tiranía, por citar tan sólo algunos sectores o colectivos muy implicados y que hasta la fecha no han “cobrado” (más bien pagado) lo que se merecen por semejantes “servicios” y durante tantísimos años. Y todo con impunidad.

La libertad y la justicia se han de reclamar y exigir; la denuncia, un paso más e imprescindible. Contra el olvido, contra la pasividad; por la Dignidad.

QUÉ PENA QUE TODAVÍA

SIGAMOS BUSCANDO ABUELOS

-¿IMPUNIDAD?, No, GRACIAS-

Qué pena que todavía, todavía aún no sepamos

los nombres de todos ellos, aun así que no cejamos

pues se intenta cada día recoger datos pendientes,

implicar a gente nueva, llegar al fondo -a las fuentes-,

informar por Internet, trabajar a pie de fosa

-un peine, foto o navaja, un manuscrito arrugado-,

indagar en los archivos, recopilar “cualquier cosa”;

pues aunque lento el avance en esta labor sufrida

bueno será si es veraz la información recogida

aun conscientes de que el tiempo a borbotones se escapa

y de nada nuestras quejas servirán si no escuchamos

al que sin querer se va y aquí luchando nos deja

dispuestos con la tarea de seguir buscando “abuelos”

que como perros ahí siguen, sin dar con su paradero.

***

El responsable de turno de aquella “carnicería”

-como jefe de Falange, ex combatiente o alcalde-

ha de saber que algún día saldrá en un libro de Historia

mostrando su biografía con unos cuantos “detalles”:

tiros “de gracia” (desgracia) por un cobarde sin gloria

que se llevó por delante a gente honrada e inocente

que sin chaqueta viajó y arreada fue con dalle;

no se vaya el asesino sin dar la cara ante un juez

pues ensució muchos trapos manchados todos de sangre

y le pida que se calle por matón y por farsante

pues a “alhajas” como él nadie antes echó el guante;

no consintamos de nuevo que con la suya se salgan,

ahora el mejor momento, nunca el presente fue tarde:

que aplique el juez la justicia por genocidio cobarde.

***

Qué pena que todavía sigamos buscando abuelos

y aunque por ello se diga que se provoca revuelo

no veo que este camino marque ritmo muy certero

al comprobar que el pasado tupido sigue, con velo,

seguimos sin saber nombres, doloridos, dando vueltas,

intentando dar con todos, a pesar de todo esfuerzo,

qué pena, digo, qué pena, que no nos salgan las cuentas;

si no se pone remedio, si no vamos “a por todas”,

el tiempo se echará encima sin dar con esas “cunetas”

donde el fascismo sació su sed más vil y sangrienta;

conseguir su dignidad, que sus nombres se conozcan,

publicando lo sabido y animando a que una rosa

lleve a su lado un poema que denuncie la ignominia

y siempre recuerde el nombre grabado sobre la losa.

Jerónimo Jesús de la Torre Tapias

(jeronimojtt@hotmail.com)

19 noviembre 2010

La auténtica Transición

Filed under: Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 19:43

EMILIO SILVA

El 19 de noviembre de 1933, los colegios electorales abrieron sus puertas para celebrar unos comicios con una novedad trascendental: las mujeres participaban con su voto en unas elecciones generales. Antes que Francia, Bélgica o Italia, la II República española reguló su derecho al voto como dictaba la Constitución de 1931 en su artículo 52: “El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por sufragio universal, igual, directo y secreto”.
El debate parlamentario, liderado por Clara Campoamor, sobre la participación de las mujeres como electoras en igualdad de condiciones con los hombres, hizo difícil el trámite. La oposición al voto femenino utilizó desde distintas posiciones políticas todo tipo de argumentos; desde el puro machismo, el miedo a la manipulación del voto femenino por parte de los sacerdotes católicos o la concepción de una España que todavía no estaba preparada para ese cambio.

Independientemente de aquel debate, de la victoria de la CEDA y de lo injustos que fueron ciertos sectores progresistas con Clara Campoamor; aquel 19 de noviembre se celebraron unas elecciones totalmente democráticas. Pero ¿por qué esa fecha no es conmemorada por las instituciones?
Con la muerte del dictador Francisco Franco se abrió la posibilidad de recuperar la democracia, algo por lo que habían luchado durante la dictadura muchos hombres y mujeres que no tienen fotografía en ningún libro de historia. Quienes pilotaron el proceso, o bien debían cambiar de chaqueta y de camisa, o bien, desde la oposición al franquismo y después de 40 años de dictadura, sólo tenían en mente conseguir la democracia. A costa de muchas renuncias o con objetivos de promoción personal borraron conscientemente el pasado democrático.
De ese modo construyeron en tiempo real el mito de la Transición; muy alto y muy frondoso para que cuando la sociedad mirase hacia atrás no pudiera ver que la Transición española a la democracia ocurrió en los años treinta. Así la paternidad y la maternidad de esas libertades políticas podía ser ocupada por representantes de luchadores antifranquistas y usurpada por antidemócratas disfrazados de constructores de libertades.

La ocultación de ese proceso, la negación de su existencia, ha tenido diversos efectos perversos, entre ellos el de convertir la dictadura franquista en “la transición a la Transición”, con todo lo que tiene de edulcorante esconder el aplastamiento de aquella primera democracia. Borrando ese pasado, ocultando ese precedente, resultaba natural que no se depurasen los principales aparatos del Estado, porque eran ellos los que habían propiciado las condiciones que convirtieron el franquismo, de la noche a la mañana, en una democracia ejemplar.
Así tenemos hoy a eminentes franquistas formando parte de la vida pública, capitaneados por Manuel Fraga, capaz de afirmar hace unos años que el siglo XX había comenzado en España en 1936. El asesinato de miles de civiles y toda la represión generada por el franquismo era lo que había modernizado este país. ¿Qué ocurriría en Alemania si alguien sostuviera que en 1933, con el ascenso de Hitler al poder, llegó la modernidad? Los casos son numerosos y algunos igual de relevantes, como el de Rodolfo Martín Villa, que de la camisa azul y el brazo en alto pasó a ejercer tras la muerte del dictador una forma de guerra sucia y aún hoy mantiene el discurso de que en el franquismo todos fuimos víctimas.
La partida de nacimiento de nuestra democracia sufrió numerosos tachones en la segunda mitad de los setenta, con el objeto de asignar el honor de su origen a quienes no hicieron nada por favorecer el regreso de las libertades hasta asegurar su impunidad y la continuidad de sus privilegios.

Se trata de una ocultación que continúa. En 2008 mi hija estudiaba cuarto de primaria. En su libro de Conocimiento del Medio había un capítulo dedicado a las instituciones. En el apartado relativo al Congreso de los Diputados se decía que las primeras elecciones democráticas con voto masculino y femenino se habían celebrado hacía “más o menos 75 años”. ¿Para averiguarlo era necesaria una prueba de carbono 14 o bastaba con ir a una hemeroteca o a algún libro de historia y localizar la fecha exacta? Entonces, ¿por qué esa imprecisión a la hora de enseñar esa fecha tan importante? ¿Por qué no decir que esos comicios se celebraron durante la Segunda República?

Según los franquistas iban creando las condiciones para su ingreso impune en la democracia, los paladines de las ciencias sociales dieron continuidad a los trabajos de Juan José Linz, que bautizó la dictadura del general Franco como “régimen autoritario”; es decir, casi democrático. Politólogos, sociólogos y periodistas comenzaron a construir una historia a la medida de los padres e hijos del franquismo y de una monarquía que debía inventar una imagen democrática después de que Juan Carlos de Borbón hubiera ido de la mano del dictador durante años.

En este contexto, el proceso de recuperación de la memoria iniciado hace unos años tiene entre sus objetivos reconocer que el origen de nuestra democracia está en el año 1933, momento en el que de verdad entró nuestro país en el siglo XX. Eso hace que al ver los crímenes del franquismo se exija justicia o, al conocer el abandono y el desprecio que han padecido por los padres y las madres de nuestro primer periodo democrático, se sienta que se ha llevado a cabo una usurpación de sus logros y sus luchas.
Sólo falta esperar a que las instituciones liberen la historia, dejen de utilizarla para el embellecimiento de dudosas biografías y conmemoren una fecha que fue un paso para la humanidad y un gran salto para nuestra sociedad.

Emilio Silva es presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Ilustración de Iker Ayestarán.

Fuente: Público.es

12 octubre 2010

DÉCIMO ANIVERSARIO DE LA ASOCIACIÓN PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA

Filed under: Divulgación, Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 13:02

PROGRAMA JORNADAS DÉCIMO ANIVERSARIO

nada

 

El próximo 23 de octubre se cumplen diez años de la exhumación de la primera fosa común, con víctimas de la represión franquista, realizada con técnicas arqueológicas y forenses. En esos días de octubre del año 2000 fueron recuperados los restos de trece civiles republicanos, asesinados el 16 de octubre de 1936 en la localidad leonesa de Priaranza del Bierzo.
De esa exhumación surgió la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que a partir de ese
momento inició un movimiento social de búsqueda de desaparecidos y desaparecidas como consecuencia de la represión franquista que ha evolucionado en el tiempo y además de dar reparación a cientos de familias ha abierto un debate necesario para transformar la patológica relación de nuestra sociedad con su pasado.
Para conmemorar esa fecha hemos preparado unas jornadas y un concierto homenaje. Queremos reflexionar acerca de lo que ha ocurrido en estos años, hablar de lo que está por venir y agradecer a mucha gente su labor que ha permitido que cientos de familias hayan encontrado una reparación que no han recibido de las instituciones.


Jornadas: 10 años de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH)

CAMPUS UNIVERSITARIO DE PONFERRADA (LEÓN)

Sábado 23 de octubre
10:00 – 11:30
Bienvenida: Santiago Macías, ARMH
Interviene: Vicenç Navarro, catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabr
Presenta: Ariel Jerez

11:30 – 13:30
De la memoria a la justicia.
Participan: José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo; Ramón Sáez Valcárcel, magistrado de la Audiencia Nacional; Ana Messuti, abogada de la causa argentina contra el franquismo.
Modera:
Rafael Escudero Alday

17:00-19:00
Memoria, debate y movimiento asociativo.
Participan: Francisco Ferrándiz, antropólogo, CSIC; Ángel del Río, antropólogo, Universidad Pablo Olavide; Guillermo Fouce, Psicólogos Sin Fronteras y Pablo Sánchez León, historiador, Universidad del País Vasco.
Modera: Carmen García Rodeja, voluntaria, ARMH
20:00-22:00 CONCIERTO HOMENAJE EN EL TEATRO BÉRGIDUM DE PONFERRADA

Las puedes comprar en el Teatro Bérgidum de Ponferrada o por Internet en la Taquilla Servinova http://bit.ly/entradasXARMH [bit.ly] (El precio de de quince euros y con la recaudación se pagará el viaje de los ponentes y demás participantes).

Domingo 24 de octubre
10:30 – 12:30 La fosa de Priaranza del Bierzo
Intervienen: Julio Vidal, arqueólogo; Mari Luz González, arqueóloga; Lourdes Herrasti, arqueóloga; María Encina Prada, antropóloga física y Francisco Etxeberría, médico forense.
Presenta: Emilio Silva, ARMH
13:00
Inauguración de una placa conmemorativa en la fosa de Priaranza del Bierzo.
Intervienen: familiares, ARMH, etc.
Música: Belén Guerra, violonchelo


Además, del 18 al 24 de octubre podrá verse la exposición: "Abriendo fosas, recuperando dignidades",  en la sala de exposiciones del Edificio de Servicios del Campus de Ponferrada, en horario de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00. Los cuarenta paneles han sido elaborados por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y en ellos se explican en cinco bloques todos los pasos desde que se investiga un caso de desaparición hasta que los restos son devueltos y honrados públicamente. Dentro de la exposición se muestra una impresionante fotografía a tamaño real de una fosa común exhumada en el monte burgalés de La Andaya.
Si quieres más información puedes escribir a:
memoria36@hotmail.com
Para información sobre la ubicación y alojamientos pincha en leer más….

Hotel AC Ponferrada
987-40 99 73   

www.ac-hotels.com/140-AC_PONFERRADA.html

Hotel Los Templarios
987-41 14 84

www.hotellostemplarios.net

Hotel El Castillo
987-45 62 27

www.hotel-elcastillo.com

Hostal Río Selmo
987-40 26 65

www.hostalrioselmo.es

Hostal Rabel
987-41 71 76               

www.hostalrabel.com

NOTA– Una sencilla búsqueda en google.com os ayudará a obtener información de más alojamientos en la ciudad. En el listado de arriba solamente aparecen los más cercanos, para los cuales no necesitaréis transporte.

Aquí podréis conocer la ubicación exacta del Campus Universitario (Punto “A” en el mapa) y del Teatro Bérgidum (Punto “B”) tomando como referencia la entrada a Ponferrada desde la A-6 (Avda. de Montearenas)            http://bit.ly/ARMHPonferrada

En este otro enlace aparece el itinerario a seguir desde el Campus Universitario (Punto “A” en el mapa) hasta Priaranza del Bierzo (Punto “B”), donde el domingo 24 se inaugurará el espacio de Memoria en la antigua ubicación de la fosa de los “Trece de Priaranza” http://bit.ly/MonolitoPriaranza

Ya están a la venta las entradas del día 23 de Octubre de 2010 en la taquilla del Teatro Bérgidum o la Taquilla Servinova http://bit.ly/entradasXARMH [bit.ly]

Fuente: Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica

1 octubre 2010

“SALVÉ DOS VIDAS Y RENUNCIÉ A MI OFICIO.”

Filed under: Memoria Histórica, Testimonios — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 9:57

 

(Artículo escrito por Alfonso Quintana y Pena, presentado por Rogelio Diz)

Gracias a que este formato de diario digital, tiene la particularidad de no ser tan esclavo a la rigidez de tamaño en prensa escrita, y es por eso que me gustaría sacar a la luz un relato a principios del Golpe de Estado del General Franco, y que demuestran los procelosos momentos vividos y como se manejaban las cosas dentro de los innumerables procesos que en España se vivieron desde esa fecha hasta su muerte en 1975, lo hago porque es posible que algunos allegados o familiares pudieran reconocer los nombres que aquí se vierten y saber por parte de quien estuvo en ese momento en medio del huracán del suceso que así lo cuenta.

“SALVÉ DOS VIDAS Y RENUNCIÉ A MI OFICIO.”

No recuerdo exactamente la fecha, pero eran los últimos días de julio o los primeros de agosto de 1936 ya declarado el estado de guerra, cuando una tarde se presento en mi despacho, un sargento del ejercito, para notificarme que cinco procesados en un sumario, que instruía el Comandante de Infantería Don Amador Regalado, con motivo de la sublevación militar que, en El Ferrol, había tenido lugar, en las primeras horas de la tarde del lunes 20 de julio, me habían nombrado su defensor, por lo que me requería para que manifestase, si aceptaba o no tal defensa. Pregunte al requirente, quienes me habían nombrado a tal efecto y ya sabedor de quienes eran, respondí que aceptaba tal nombramiento, firmando la consiguiente diligencia. Es lógico que en tan aciagos días, no se me ocultase la difícil situación en que mis resignantes me habían creado, poniéndome en la terrible disyuntiva de defenderlos, o negarme a ello, que era tanto como deshonrarme como abogado y amigo de aquellos procesados, cuya gravísima situación conocía yo, mejor que ellos.

Dispuse subir enseguida, al piso superior que yo ocupaba, en el que vivía Don Andrés López Suevos, con su familia, de la que formaba parte su hijo, del mismo nombre, Capitán de Artillería, destinado en el Regimiento de tal Arma, cuya Plana Mayor radicaba en la citada plaza ferrolana. Puesto al habla con mi distinguido amigo, el mencionado Capitán, le hice saber el delicado trance en que me hallaba, que me obligaba a ponerme al habla con mis defendidos, presos en el cuartel conocido como “El Baluarte”, por lo que le rogaba, que tuviese la bondad de preguntar a su primer Jefe, si podría hacerlo, contestándome que trataría de complacerme seguidamente. No había transcurrido una hora, cuando mi amable amigo entro en mi despacho, para decirme que ya había preguntado a su Coronel, lo que me interesaba saber, contestándole aquel que, efectivamente, era mi deber y mi derecho, entrevistar a mis defendidos, pero que por mi historia política, no podía garantizar mi seguridad personal, en “El Baluarte” dada la tensión existente, entre la Oficialidad de la Unidad que mandaba. Di muy sinceras gracias al Sr. Capitán López Suevos, anunciándole que ante lo que acababa de decirme, no me quedaba otro camino que el de ir a ver al Sr. Juez Don Amador Regalado, para conocer su opinión, acerca de la vidriosa situación en que me encontraba, cosa que hice sin perdida de tiempo. El Sr. Juez, me recibió muy pronto y después de escucharme, no sin mostrar muy disimulada extrañeza y preocupación, termino diciéndome que esperase un poco, a fin de que, en su compañía y la del Secretario del Juzgado militar, fuésemos a ver a mis defendidos. No olvidaré, mientras viva, nuestro paso por el cuarto de banderas, pletórico de Jefes y Oficiales de Artillería. Presentes, ante el Juzgado, los procesados, para algo que no recuerdo y aprovechando una rápida y muy arriesgada coyuntura, se me acerco Antonio Santamaría, para decirme, sigilosamente, que si en el Consejo de Guerra que había de juzgarles, recayesen penas de muerte, era necesario que él supiera enseguida, quienes eran los condenados a tan grave pena. No se me oculto la gravedad de lo que acababa de escuchar, ni el gravísimo compromiso que ello representaba para mi, ya que era fácil comprender, lo que latía en el fondo del encargo que se me había hecho.

Pasados breves días, se presento otra vez en mi despacho, el sargento que había estado anteriormente, quien me entregó el sumario, por el perentorio plazo de ocho horas, para que lo estudiase, quedando en volver a recogerlo, como lo hizo, transcurrido el mencionado plazo, que por ser tan corto, daba idea de cómo estaban e iban a desarrollarse las cosas, pues, ya se había señalado el día once de aquel mes de agosto, para la celebración del Consejo de Guerra de Oficiales Generales, pues, así debía haber sido, porque uno de los procesados, era Alcalde de El Ferrol. Faltaban, Pues, dos o tres días, para la vista de la causa. Leí el sumario. Tomé unas notas y con ellas redacté mi escrito de defensa, ciertamente breve y corto, fundamentando aquella, en la “obediencia debida”, para sostener que mi defendido, el Alcalde Antonio Santamaría, se había limitado, obedeciendo ordenes del Sr. Gobernador Civil, a encerrarse en el Palacio Municipal, con los Concejales, y escasas personas más, que quisieron acompañarle, permaneciendo, a puerta cerrada, como en protesta simbólica, contra la sublevación producida horas antes, hasta las ocho o nueve de la mañana del miércoles 22, hora en que al ver que los artilleros emplazaban un cañón de montaña, frente al Ayuntamiento, dispuestos a bombardearlo, se asomó, creo que el Alcalde, al balcón central del mismo, exhibiendo una bandera blanca, en señal de rendición. Desde el Palacio Municipal y por parte de los que en el se encerraron, no se había producido ningún hecho, ni acción violenta.

En la tarde víspera del Consejo de Guerra, me visitó un joven abogado ferrolano, entonces amigo mío (Al que por su conducta en la criminal represión, no quiero ni nombrar) para decirme que sabia que, al día siguiente, acudirían a presenciar el Consejo, casi todos los Jefes y Oficiales francos de servicio, interesados en saber como me desenvolvía, en la vista de la causa, que iba a ser juzgada, recomendándome la aconsejable prudencia, propia de aquella situación. Olvidaban todos, que fui siempre, como sigo siéndolo, un fervoroso y ardiente patriota, virtud escasísima entre españoles, según opinan muchos de nuestros grandes pensadores. El problema no era como yo me condujese, el terrible problema, eran las graves, gravísimas, circunstancias que atravesábamos y que íbamos a vivir por mucho tiempo. A la vista están las consecuencias de aquel monstruoso disparate, al que tengo la honra de ser completamente ajeno. Aquella misma noche –no había tiempo para más- logré que un buen mecanógrafo, que trabajaba en el Juzgado de Primera Instancia y al que llamábamos Manolito, acudiese a mi despacho, para escribir a maquina, el informe defensivo que debía leer al siguiente día, escrito del que lamento no tener copia. Pasaba ya de la media noche, cuando Manolito (ya fallecido y al que aun volví a ver en 1973) se vio obligado a permanecer, más de una hora, en mi casa, antes de irse a la suya, porque sonaban disparos por aquel barrio.

Llegada la mañana siguiente, era hora de “apurar el cáliz de la amargura”, al tener que desempeñar dramático deber, en el que me hallaba por causas personalísimas. Muy poco antes de las diez de la mañana, tome un taxi y por tanto toga, birrete y el escrito de defensa, me dirigí al Cuartel de Ingenieros (hoy demolido) y al apearme, a la puerta de acceso al mismo, se me acerco un Teniente de la Guardia Civil, indicándome que debía acompañarme, hasta la sala en que iba a tener lugar el Consejo de Guerra. Juntos subimos por la escalera, muy ocupada, como se me había anunciado, por Jefes y Oficiales militares, de uniforme, con sable y guantes color avellana. Llegados a la amplia sala, allí estaban ya los otros dos defensores, el Abogado Don Florentino González-Villamil Teijeiro y el Capitán de Artillería Don Constantino Lobo Montero (actualmente Teniente General). Los procesados eran diez, defendiendo yo cinco, cuatro González-Villamil y uno el Capitán Lobo Montero, que defendió a Don Federico Pérez Lago, Concejal republicano y padre de un Teniente de Artillería, también destinado a Ferrol. Minutos después de las diez, entraron los componentes del Consejo, que por figurar entre los que habían de ser juzgados, tenia que haber sido de Oficiales Generales, pero tan extraordinarias eran las circunstancias que prevalecían, que hubo que constituirlo con Capitanes, presididos por el Coronel de Ingenieros, Sr. Canovas, de guarnición en la Coruña.

Constituido el Tribunal, dio comienzo el Consejo de Guerra, leyendo el Juez lo procedente, dando lectura, seguidamente, el Fiscal, a su breve escrito de acusación, en el que pedía pena de muerte, para Antonio Santamaría, Fernando Carballo, Manuel Morgado y un Guardia Civil apellidado Rincón, así como treinta años de prisión, para los restantes procesados. A continuación leí mi escrito de defensa, concebido como ya dije. Me siguió mi compañero Don Florentino González-Villamil, Letrado de gran valía, que leyó un brillante informe, haciéndolo finalmente, el Capitán Sr. Lobo Montero, con notorio acierto. Inicio el periodo de rectificaciones el Fiscal, haciéndolo en forma que no podía sospecharse, después de haber escuchado su acusación. Ignoro si, premeditadamente, o temiendo que las defensas hubieran inclinado al Tribunal a la benevolencia (cosa nada probable), el caso fue que aquel Fiscal, llamado Hernán Martín Barbadillo, se torno una hiena, recurriendo a lo nunca visto, en busca de que los componentes del Tribunal, fallasen con arreglo a su grave y durísima petición. La frialdad y mesura con que leyó su informe acusatorio, se trocó en una actitud furiosa, al rectificar. No reparo en medios, llegando incluso al insulto, a la ofensa personal, a quienes ya sabía él, que les quedaban pocas horas de vida, como también lo creía yo. Resultaba monstruoso oírle decir, al Tribunal, “ahí tenéis al calderero Antonio Santamaría, Alcalde del Ferrol, con mil pesetas de sueldo mensual y automóvil oficial”. Cuando esto escuchábamos, oíamos también como una familiar del encausado Carballo, se desplomaba en el suelo de la sala. “Ahí tenéis a Manuel Morgado, deshonrando entre mujerzuelas y por lupanares, el ilustre apellido que inmerecida y desdichadamente lleva”. Otro ruido, como el anterior, volvimos a oír, producido por la esposa del Guardia Civil Rincón, al caer también en el piso, como si fuera un leño. Por si algo faltaba, hablo ante los miembros del Tribunal, de la “composición de lugar”, que equivaldría a decirles que, si ellos estuvieran sentados en el banquillo de los acusados y estos los sustituyesen, serian todos inexorablemente fusilados. Así corono aquel Fiscal, su monstruosa y siniestra acusación. ERA UNA CONCIENCIA ENCANALLADA. Mientras los defensores pasábamos por tan inicuo trance, mi compañero González-Villamil, hombre sereno, pero al que se le veía afectado, por aquella salvajada, me decía, repetidamente, prepárese para rectificar, a lo que hube de contestarle, que frente a la barbarie, no había rectificación posible. En nuestro turno para hacerlo, me puse en pie y dije: “Invoco el noble recuerdo y la inolvidable memoria, de quienes fueron mis Jefes y me mandaron en acciones de guerra, seguro que si estuviesen aquí y pudieran hacerlo, responderían de que lo que dije en defensa de mis patrocinados, es la verdad de mi sentir”. Rectificaron después de mi, el Sr. González-Villamil y el Capitán Lobo Montero, haciéndolo todo lo bien que pudieron hacerlo, en aquella inconcebible y dramática situación. El Presidente del Tribunal, pregunto a los encartados en tan grave causa, si tenían algo que alegar, poniéndose en pie Antonio Santamaría, quien apenas había abierto la boca, escucho como el Coronel Sr. Canovas, en tono enérgico, le dijo, en medio de nuestro asombro, “cállese y siéntese”. Así concluyo aquel durísimo y azarante Consejo de Guerra, en el que los defensores, cumplimos altísimos deberes, sin percibir honorarios de ninguna especie.

Desalojada la sala, salí acompañado de José Urrutia, amigo y correligionario de Santamaría, así como maestro del taller en que este trabajaba; y cuando doblamos la esquina del Cuartel, en dirección a mi domicilio, le dije: “Amigo Urrutia, nunca más volveré a ejercer la abogacía”. He cumplido mi palabra ¡Lastima que Urrutia ya no vive ¡ Sin pronunciar una palabra más, me acompañó hasta mi cercana casa. Los dos presentíamos el drama que íbamos a vivir. No nos vimos más.

Serian las tres y media de la tarde, de aquel día once de agosto, cuando sentí que llamaban, fuertemente, en la puerta del zaguán. Abrí la de mi piso y vi que ya subía el Capitán Sr. Lobo Montero, quien al verme se detuvo y me dijo que habían condenado a muerte, a mis defendidos Santamaría y Rincón, añadiéndome que seguía para casa de González-Villamil, al que le habían condenado también a la misma pena, a sus patrocinados Sres. Fernando Carballo y Manuel Morgado. Me hizo también saber que, entre cinco y seis de la tarde, debíamos estar en el Juzgado Militar, para ir con el Sr. Juez, a notificar, a los procesados, la sentencia recaída en el Consejo de Guerra. Vuelto a mi despacho, no me avergüenza confesar, que caí de bruces sobre mi escritorio, permaneciendo así, fuertemente impresionado, durante varios minutos.

Reunidos los tres defensores, con el Sr. Juez, Comandante Amador Regalado, nos dirigimos al “Baluarte”, para llevar a cabo la procedente notificación. Estaba yo bien ajeno a que tal diligencia, no asistirían los condenados a muerte, ignoro aun hoy, porque razones. Encontreme, pues, en el grave caso de tener que llamar, a un lado de la mesa, a mi defendido Francisco del Río, para decirle que en cuanto mismo volviese a la celda, en que estaban presos, le dijese a Santamaría quienes eran los condenados a la última pena. Me contesto que no lo haría, por lo que, empleando muy duras y enérgicas palabras le requerí, terminantemente, para que cumpliese mi encargo, de naturaleza reservadísima, como no debía ocultársele, Sospechando lo que mas tarde sucedió, no se me ocultaba lo comprometido de mi posición, si del Río y Santamaría no eran discretos y reservados, que el delicado caso requería.

Seguidamente, González-Villamil y yo, nos fuimos a su despacho, para redactar la apelación de la referida sentencia, como era nuestro deber, aunque no tuviésemos fe alguna en tal recurso. En su casa, nos esperaban ya, los familiares de los condenados a muerte. Quien no haya pasado por ello, ignora lo que representaba atenderles. González-Villamil, me dijo que lo hiciese yo, a lo que me negué, rogándole lo hiciese él, hombre menos impresionable. Regreso de la entrevista visiblemente conturbado y acordamos que, mientras el redactaba el recurso de apelación, acompañase yo a los citados familiares, a visitar a quienes, por su alta representación social, pudieran y quisieran interesarse, por el indulto de los condenados a la mas grave pena. La misión era ingrata, pero no podía negarme a todo. Visitamos al popular sacerdote Sr. Murado, quien estuvo atento, ofreciéndonos su ayuda. Lo hicimos después, al Capitán de Navío Sr. Permuy, que al reconocer a las hermanas de Morgado, estuvo incorrecto, mas bien cruel, con ellas. Nos dirigimos a continuación, a un convento situado en la plaza de Amboage, donde mientras esperábamos a ser recibidos por el Prior, entro, súbitamente, el Sargento que mandaba la guardia de aquel edificio, diciendo en voz alta, “que salga el defensor y los demás quedan todos detenidos”. Salí, no sin recelar si se trataba de alguna maniobra contra mi, dirigiéndome a casa de González-Villamil, que estaba cerca, dándole cuenta de lo que acababa de ocurrir, a lo que ninguno de los dos encontrábamos explicación. Me dijo que me habían llamado de mi casa y que habían quedado de volver a hacerlo, cosa que ocurrió enseguida: Me llamaban, nuevamente, para decirme que creían haber oído que dos soldados, hablaban, ( en la escalera del piso en que vivía el Capitán Don Andrés López Suevos) de que se habían fugado del “Baluarte” dos presos. Ya estaba todo claro, aunque faltaba saber quienes eran los fugados. Pronto se supo que eran mis defendidos Santamaría y Rincón. Considere prudente, en vista de lo sucedido, irme a mi domicilio, al que poco después llego, en un taxi, un escribiente de González-Villamil, para recoger mi firma en el recurso de apelación y entregarlo, urgentemente, al Juzgado Militar. No hace falta ser un lince, para notar la insinuante significación, de que los dos fugados, fuesen mis defendidos, sin olvidar lo que, imperativa y sigilosamente, le encargue a Francisco del Río, en el acto de notificar la sentencia.

Como sospechábamos, fuimos notificados, el día siguiente, al del Consejo de Guerra, de que la Autoridad Militar de la Octava División, desestimando nuestro recurso, había aprobado la sentencia dictada, el anterior, por el Consejo de Guerra, ordenando que, al siguiente día, fuesen fusilados, los condenados a muerte. A la mañana siguiente, encontré a mi Defensor (González-Villamil lo había sido, anteriormente en causa muy grave) y al preguntarle a donde iba, me contesto que venia de elegir dos sepulturas, para sus condenados a muerte, mostrándome una carta, que le había sido confiada, en cuyo sobre después del nombre y primer apellido, se Leia viuda de Carballo. Pocas veces se es portador de una carta como esa y pocas, muy pocas, se pasa por los tristes quehaceres que, en aquellas terribles horas, pasaba mi distinguido compañero, obligado aun y además, a sublimarlos, presenciando el fusilamiento, como era su deber. Por él sé que sus defendidos, dieron muestras de gran serenidad, declinando el ofrecimiento que, de unas copas de coñac, les hizo el Sr. Juez, a quien dijeron que no las aceptaban, porque no querían que nadie pensase que necesitaban tomarlas, para pasar por el trance en que se hallaban, al que hicieron frente gritando Don Manuel Morgado ¡Viva la Revolución Social! y Don Fernando Carballo ¡Viva la Republica!

Incomunicados los presos en “El Baluarte”, entre ellos mis cinco defendidos, introdujeron estos, en un pedazo de pan, un papelito que decía: “queremos que nos defienda, por eso le nombramos”, pedazo de pan que colocaron entre lo sobrante de la comida que, la única hija de mi buen amigo Adolfo Rodríguez, le llevaba todos los días a este y a la que, por señas, le indicaron que el trozo de pan contenía algo para mi, siendo ella misma, quien me lo entrego personalmente. Por eso, cuando se me requirió, oficialmente, para que dijese si aceptaba la defensa de los cinco encartados que, en la causa instruida por el Juez Don Amador Regalado, me habían designado para defenderlos, hice ver que nada sabía al respecto. Pero Antonio Santamaría, Adolfo Rodríguez, Francisco del Río, y Ventura Dios, eran mis leales amigos y correligionarios. Al Guardia Civil Rincón no le conocía, pero estime que hubiera sido pecado imperdonable, negarle mi patrocinio, en aquellas circunstancias, para él dificilísimas. Hice frente entonces, a una de las más comprometedoras y amargas situaciones de mi accidentada existencia. Como al salir del Consejo de Guerra, le dije a José Urrutia, puse entonces fin, a mi amada profesión de abogado, pero lo hice defendiendo a socialistas, tan republicanos como seguimos siéndolo, los que por nada, ni por nadie, serviríamos a un régimen monárquico.

Al ingreso de este relato dije que “salve dos vidas y renuncie a mi oficio”. Esas dos verdades nadie, con razón, puede negármelas, porque están avaladas por la fuga de mis dos defendidos, por mis destierros, por mis años de encarcelamiento, por mi fuga a pie, una noche a través de los Pirineos y por una expatriación de cuarenta y dos años, treinta y nueve de ellos en la hospitalaria tierra mexicana, en cuyas nobles entrañas descansan para siempre, tantísimas glorias españolas, que prefirieron morir aquí, a vivir en la ignominia de un régimen monárquico como el español. Todavía viven –y lo celebro- mis distinguidos amigos los Excmos. Sres. Generales Don Constantino Lobo Montero y Don Amador Regalado, que presenciaron mucho de lo que antes dejo dicho, Por lo demás, lo que antecede tiene carácter de inédito, ya que, con pormenores, solamente se lo réferi, a mi buen amigo y compañero el Lic. Don Francisco Varea Solar, una vez que nos conocimos, en el campo de concentración de Gurs (Francia) donde me escucho con atención, no exenta de asombro y de emoción, sinceramente agradecidas por mi.

No tarde en saber, de la intensidad dramática que se vivió en la celda de “El Baluarte”, al saberse que cuatro de los allí presos, estaban condenados a muerte. Reunidos estos, no hubo, entre todos ellos, duda, ni recelo alguno. Don Fernando Carballo y Don Manuel Morgado, dijeron que, como solo podían fugarse dos, ellos se quedaban. No había minuto que perder. Santamaría y Rincón, solicitaron pasar al baño ( no permitían ir mas que de dos en dos ). Llegados a este, se cerraron por dentro, anudaron las mantas con que se cubrían, las ataron a la ventana y se deslizo Rincón, joven y delgado, que salió corriendo. Santamaría , con mas años y corpulento, apenas inicio el descenso, se desanudo la manta, cayendo al suelo y lastimando un pie, de manera que le impedía caminar, por lo que apoyándose en los codos, cruzo el camino que llevaba a la estación del ferrocarril, ocultándose en un maizal cercano, en el que, avanzada la noche, tropezaron con él, dos trabajadores, de filiación anarquista, también huidos, quienes al reconocerle, tuvieron el generoso y valiente rasgo de llevarlo, penosamente hasta el barrio de Esteiro, donde estuvo escondido mucho tiempo, casi un año, hasta que logró huir a Francia, en una lancha que, con otros perseguidos, salió del puerto de Ares (Coruña). Tiempo después, llegó a Estados Unidos, donde falleció. De Rincón, no volvió a saberse, aunque si, hace muchos años, me dijeron que lo habían visto en una población castellana, que no debo nombrar, noticia que puse muy en duda.

Este relato fue escrito por el Abogado y Diputado en Cortes Republicanas Don Alfonso Quintana Y Pena, y dado a mi padre el 29 de Junio de 1981, el cual estuvo guardado entre sus objetos personales hasta su muerte en el 2002, y siguió oculto en un viejo portafolio que hace tan solo unas semanas encontré y que me puse a revisar, considerando que valía la pena sacarlo a la luz, puesto que quizás pudiese haber algunos familiares o historiadores que pudiera interesarles estos hechos, ya que se trata de personas importantes en aquellas fechas como lo fue el Alcalde de la ciudad del Ferrol. Además de rendir homenaje a todas aquellas personas que dieron la vida por sus convicciones y a quienes intentaron salvarlas aun a costa de su propia vida.

Rogelio Diz-Analista político

rdiz51@yahoo.com.mx

28 septiembre 2010

Una mirada atrás

Filed under: Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 10:42

 

Lunes, 27 de Septiembre de 2010 20:26 inSurGente.org

Un artículo del periodista Iñaki Errazkin escrito a petición de Sare Antifaxista a propósito de los fusilamientos del 27 de septiembre de 1975.

Una mirada atrás

por Iñaki Errazkin

El 27 de septiembre de 1975 yo acababa de cumplir 19 años y militaba en el clandestino Partido Comunista de Euskadi, entendiéndose entonces por Euskadi el conjunto de los territorios vascos, que aún no se había devaluado el término geopolítico que acuñara, con zeta, don Sabino Arana. Recuerdo muy bien aquella luctuosa fecha y cómo se vivió en Euskal Herria. Tras la noche más larga, que cantara Aute, amaneció un día igualmente intenso, en el que todas las personas de bien (al menos todas las que no nos encontrábamos en prisión o en el exilio) nos echamos a la calle para manifestar nuestra absoluta repulsa por aquellos crímenes legales, los últimos de la dictadura franco-borbónica. Tres jóvenes del FRAP y dos de ETA, cinco resistentes, cinco luchadores, habían entregado su vida por la grandiosa causa de la libertad, convirtiéndose así en cinco mártires de la democracia por venir.

Recuerdo con la misma claridad el siguiente 27 de septiembre, el del año 1976, con Franco ya muerto y enterrado, pero con el franquismo vivo y coleando. Ese día me encontraba en Gernika, junto con algunos camaradas, gritando a los cuatro vientos que el pueblo jamás perdonaría los crímenes cometidos el año anterior. El tristemente famoso capitán Hidalgo, a la sazón comandante de puesto de la Guardia Civil, patrullaba las calles a bordo de un “cuatro latas” oficial, megáfono en mano, advirtiendo a la población que, si hiciese falta, estaba dispuesto a volver a destruir la noble villa para reprimir el acto de homenaje a aquellos cinco antifascistas. El represor profesional Manuel Hidalgo Salas, que así se llamaba el canalla, no llegó a bombardearnos, pero nos disolvió a tiros. Sus hombres nos dispararon a los allí presentes con subfusiles cargados con munición real, obedeciendo órdenes del ministro de Gobernación, Rodolfo Martín Villa, un jefe falangista al que el pueblo había apodado con acierto “la porra de la Transición”.

Han transcurrido muchos años desde entonces. El capitán Hidalgo (ascendido a teniente coronel por el PSOE en los años 80) ya está muerto y olvidado. Martín Villa, siempre camaleónico y chaquetero, llegó a presidir las empresas Endesa y Sogecable (esta última por designación directa de Jesús Polanco, el valedor mediático de Felipe González) y aún respira. Pero mientras estos personajillos sólo podrán pasar a formar parte de la historia universal de la Infamia, a Baena, García, Sánchez, Paredes y Otaegi les espera el eterno agradecimiento de la clase trabajadora y el honor y la gloria reservados a los héroes.

http://sareantifaxista.blogspot.com/2010/09/una-mirada-atras.html

 

22 septiembre 2010

El otro crimen de Estado.

Filed under: Artículos de opinión, Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 11:22

 

Por Miguel Angel Rodríguez Arias.

La negación de una investigación oficial en España a las víctimas de Franco y la presunta responsabilidad criminal de miembros del Gobierno Zapatero a la luz de la Resolución 1463 del Consejo de Europa.

Miguel Angel Rodriguez Arias.

Nueva Tribuna/Rebelion 15/09/2009

“10.3.8. El incumplimiento del deber de investigar efectivamente toda presunta desaparición forzada debe constituir un crimen independiente conminado con una pena adecuada. El ministro y/o el jefe de departamento responsable de las investigaciones deben ser hechos responsables bajo la ley penal por dicho incumplimiento”.

En tales claros términos se expresaba la Resolución 1463 de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa de 3 de octubre de 2005 sobre la cuestión de las desapariciones forzadas. Resolución aprobada dos años después de la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero y todavía sin aplicación hoy en nuestro país, ya en 2010.

No sé, quizá es una impresión mía, pero como España es el segundo país del mundo en desaparecidos en fosas clandestinas –por no hablar de los “niños perdidos”– y el primero de entre los países del Consejo de Europa muy por delante de Rusia o Turquía pudiera parecer que las autoridades españolas debían ser las primeras en darse por aludidas e introducir las modificaciones pertinentes en nuestro código penal para que, entre otras cosas, el artículo 408 contemplase una tal específica modalidad agravada del delito de omisión del deber de perseguir delitos: el delito de no perseguir crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, genocidio y contra la paz diferenciado del resto de delitos y tomado en serio, conexamente inamnistiable, conexamente imprescriptible … porque si supuestamente blindamos tales delitos internacionales pero no el delito de omisión de perseguirlos puede salir algún Ministro en televisión diciendo que nuestra justicia ya ha cumplido con las víctimas de Franco… y no es que a estas alturas me inmute siquiera con semejante despropósito… aunque sí que preferiría que donde lo dijese el Sr. Ministro fuese ante un tribunal de estar plenamente vigente en nuestro país la Resolución 1463… como si la consciente omisión de investigar toda desaparición forzada fuese un delito de la extraordinaria gravedad que justamente es…

Claro que ¿se imaginan que el legislador mayoritario en 2005 al tiempo de la Resolución 1463, el PSOE, hubiese implementado dicho llamamiento para que los Estados reforzasen legislativamente la omisión del deber de investigar desapariciones forzadas de modo que, un par de años después, en 2007, hubiese podido llevar a alguno de los integrantes de su propio Gobierno ante los tribunales en virtud de la omisión sistemática de toda investigación que determina en la práctica la “ley de la memoria?

Esa misma ley de impunidad que en Oporriño, en el TS y en otros tribunales citan jueces y magistrados para inhibirse de su deber de investigar…

Porque la obligación de nuestro Gobierno al legislar en esta materia era justamente la contraria, como también ha señalado el Tribunal Europeo a Grecia y a otros Estados en relación al articulo 2 del Convenio Europeo: el deber de legislar sí, pero legislar adecuadamente, no de cualquier manera, no siguiendo cualquier ocurrencia, legislar para garantizar la plena aplicación del Convenio Europeo de Derechos Humanos…

No legislar para garantizar su completo incumplimiento, que es lo que viene a hacer la “ley de la memoria”, auténtica maquinaria de generar responsabilidad internacional de Estado.

De modo que con los ecos de la también reciente resolución argentina, allende los mares, abriendo camino a tales investigaciones, allí, de lo que los ayudantes de la impunidad no nos dejan investigar aquí, lo que en todo caso queda en evidencia, una y otra vez, también desde el punto de vista de la aludida Resolución 1463, es que la forma en la que el Gobierno de la nación está gestionando todo esto es de una extraordinaria gravedad, desentendiéndose de los deberes de “investigación oficial” y delegando en las familias las tareas de búsqueda y exhumación.

Mayor gravedad todavía de la que ya barajábamos no “únicamente” en la esfera de la violación de los derechos humanos sino también en la esfera penal como también apunté en mi investigación de los niños perdidos.

La resolución 1463 del Consejo de Europa lo deja claro. El delito de no investigar es el delito de la impunidad, de daño a las familias y a nuestra entera sociedad.

Y por eso con la resolución 1463 en la mano hay que empezar a decir claro también que nos encontramos ante un presunto crimen de Estado.

El otro crimen de Estado que aún permanece silenciado como tal y prácticamente ajeno de toda denuncia pública, incluso por parte del movimiento memorialista que no duda en condenar las bochornosas actuaciones del Tribunal Supremo pero que aún sigue considerando, al menos parte del mismo, al Gobierno socialista como una suerte de aliado confundido. No lo es. Este concreto Gobierno al menos no lo es.

Lo ha demostrado hasta la saciedad. Entre otras cosas porque perfectamente consciente de sus gravísimas obligaciones internacionales, de la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, de la Resolución 1463, de los recientes duros posicionamientos por parte del Grupo de Desaparecidos, del Comité de Derechos Humanos, de lo reclamado por Méjico y otros países, etc, etc, etc, este Gobierno ha decidido respetar la impunidad. Se dedica a vulnerar gravemente derechos humanos y a tomarle el pelo al país con cuatro chascarrillos repetidos una y otra vez y publicados en alguno de los potentes medios afines. Ni la justicia o la humanidad, ni el Estado de Derecho importan, tan sólo lo plausiblemente articulable en un mensaje para el común de la ciudadanía.

Pero la verdadera dimensión del caso de las fosas del franquismo, y de los niños perdidos es inevitablemente tozuda, dada la extraordinaria gravedad de todo lo que se ha perpetrado y la actuación del Gobierno Zapatero nos enfrenta a nuestros peores demonios. Otra vez un nuevo escenario de posible responsabilidad criminal de miembros de un Gobierno socialista. En este caso como consecuencia de una legislación, llamada “de la memoria”, llevada en su redacción y consecuencias mucho más allá de cualquier línea roja jurídica que cualquier militante del PSOE pueda pensar.

Es duro pero hay que decirlo. Y si se empieza a decir alto y claro y a las puertas de Ferraz mucho mejor, visto que la prepotencia suele acarrear efectos secundarios de sordera.

Y en periodo electoral hay actuaciones simbólicas claramente entendibles por la ciudadanía a nivel nacional que seguro que funcionan mejor que ningún otorrino. Como suele decirse mano de santo para que los que deliberadamente violan derechos humanos con sus políticas, hasta pueden estar incurriendo, presuntamente, en crímenes de Estado.

Y por eso opino que las concentraciones de todas las semanas con las velas y las fotografías en la Puerta del Sol son muy valiosas, pero que a las puertas de Ferraz, hasta que nuestro Gobierno del PSOE decida actuar como si respetase de verdad los derechos humanos, estarían muchísimo mejor. Y si puede ser con algunos militantes del PSOE arropándoles a título individual mejor todavía. “Militancia pura y dura”, pero en un sentido muy distinto al expresado hace poco precisamente por el ex Presidente González. Militancia pura y dura para que cualquier Gobierno democrático se atenga a unos mínimos legales y de humanidad como es su deber.

Porque ningún partido es un fin en si mismo es un medio para servir a algo más elevado, los derechos humanos, las libertades, el progreso y bienestar social. Y por eso mismo no todo vale. Y denunciar aquellas situaciones que incumplen brutalmente todo esto también es militar en un partido y en unas ideas.

Porque desde el sentido común, desde el derecho, y desde el corazón, a estas alturas cada vez son más los militantes socialistas que saben que está profundamente mal lo que nuestro Gobierno está haciendo con las víctimas del genocidio franquista y su tragedia infinita.

Y luego si nuestro Gobierno del PSOE quiere que siga dando subvenciones en cumplimiento de su política de privatización y desjudialización de las fosas comunes, como acaba de hacer hace unas semanas en pleno periodo vacacional.

Que siga dando continuidad al sistema creado por la Orden de Franco de primero de mayo de 1940, “sobre exhumaciones e inhumaciones de cadáveres asesinados por los rojos”.

Que aquí lo determinante es el deber de una “investigación oficial efectiva e independiente” de cada fosa para localizar a los desaparecidos, esclarecer los hechos, y perseguir penalmente a los responsables, como ha explicado hasta la saciedad el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Y decidir no activar dicha investigación oficial, derivarla sistemáticamente a la esfera privada –sin ser el Estado el que investigue con diligencia y con todos sus medios– ya sabíamos que suponía una forma encubierta de abandono de tales víctimas, de trato inhumano, cruel y degradante a las familias, violación del deber del Estado de proteger la vida en su sentido procesal, violación del derecho humano a la vida familiar y violación de las condiciones necesarias para el ejercicio del derecho humano a un recurso efectivo. Responsabilidad internacional de Estado en materia de derechos humanos ante los artículos 2, 3, 8 y 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.

O como diría la Corte Interamericana de Derechos Humano, en la histórica sentencia Velásquez Rodríguez contra Honduras, de 29 de julio de 1988, y que ha obligado después a numerosos Estados americanos a crear dicho doble aparataje estatal Comisión de Búsqueda-Base Nacional de Datos Genéticos: la mera persistencia de las desapariciones “supone el desconocimiento del deber de organizar el aparato del Estado de modo que se garanticen los derechos reconocidos en la Convención”.

Porque frente a dicho erre que erre de impulsar subvenciones y políticas auto- exhumatorias persiste el deber de crear una Comisión de Búsqueda de Desaparecidos y, también, de una Base Nacional de Datos Genéticos en el seno del aparato del Estado participados por fiscalía, policía, etc, –para que así además de ser exhumados no se nos queden sus restos en tantos almacenes perdidos… Es abundantísima la jurisprudencia e instrumentos internacionales que apuntan en el sentido justo contrario a lo que el Gobierno Zapatero está perpetrando. De modo que toda esta situación ya era así de ilegal y de grave.

Pero resulta que la resolución 1463 lo califica, además, como presunto crimen de miembros del Gobierno de cualquier Estado miembro que incurra en ello, no ya “tan sólo”, escenario de presuntos ilícitos de prevaricación judicial. La inquietante óptica que nos ofrece la misma sobre las desapariciones forzadas y la responsabilidad del Estado y sus concretos gobernantes, apunta mucho más allá y al margen de que –todavía– no haya sido implementada en nuestro derecho interno debería ser motivo de reflexión. Y de denuncia. Y mucho más entre la propia militancia del PSOE.

Porque el PSOE no viola los derechos humanos. El PSOE los defiende o debería hacerlo.

Los derechos humanos están, con otras palabras, en el mismo código genético de lucha y solidaridad que le imprimió Pablo Iglesias y portaron tantos militantes después. Y esto es así lo hayan olvidado o no los concretos responsables gubernamentales de que esa resolución del Consejo de Europa de 2005, y su otra posterior denuncia internacional de marzo de 2006 sobre el caso español, hubiese encontrado una acogida muy distinta en la posterior “ley de la memoria” de 2007.

Hablo de aquello que sigue poniendo en los carnets de “Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que les anima, sino para difundirlas, para llevarlas a todas partes…”. Lo de “a todas partes menos a las fosas clandestinas, menos a las víctimas del genocidio, omitid el deber de perseguir tales delitos, que las víctimas no puedan tener justicia jamás en este país” no está escrito en ninguna parte.

Y sé que para algunos invocar a gente como Pablo Iglesias o Juan Negrín, o invocar a tantos de nuestros compañeros que se dejaron la vida en los campos de combate o en los pelotones de fusilamiento, invocar su defensa estremecedora de nuestra anhelada República perdida, invocar su dignidad infinita que continúa quemando en nuestros corazones 70 años después, se ha convertido en algo como hablar de los Reyes Magos: con los que está bien contar para que nos traigan un poco de ilusión de vez en cuando, pero, en realidad, sólo es cosa de niños…

Para otros no es así. No son, no somos, capaces de entender nuestra condición de socialistas sin ellos, sin su integridad que debiera ser un ejemplo para la nuestra o de quienes se dicen de los nuestros. Ni de aceptar que se trate de semejante manera el genocidio franquista sea cuales sean las consecuencias.

Por mucho que nuestros actuales gobernantes hayan estado sordos y ciegos también al significado último de todo esto para sus propias bases, incurriendo en un comportamiento muy poco ejemplar para su propio partido, para las creencias y los corazones de muchos de sus militantes.

Que alguna Vicepresidenta del Gobierno responsable de la “ley de la memoria” ni tan siquiera milite en el PSOE a lo mejor ha podido tener también algo que ver.

De modo que a un Gobierno al que ya ha demostrado darle bastante igual su militancia de base de hoy, demuestra ahora importarle bastante menos todavía la militancia de base de hace 70 años, esa que se dejó la vida defendiendo la democracia en este país. Y sus familias.

Verdaderamente pueden estar muy orgullosos, del primero al último de ellos, de lo que están haciendo valientemente con todas estas personas indefensas tras toda una vida de sufrimiento y vejación.

Bien podrán, serviles y cobardes hasta decir basta cuando se trata de mantener sus políticas de Gobierno ante otros actores económicos menos desvalidos.

Ahí si que rectifican lo que haga falta con toda celeridad y no como con las miles de fosas clandestinas y los pobres restos de los seres queridos de los que aún aguardan los mismos o una anulación de pleno derecho.

En cualquier caso, si la Resolución 1463 del Consejo de Europa consiguiese ser implementada en nuestro país varios de los miembros del Gobierno Zapatero podrían enfrentar procesos penales como cualquier otro presunto autor de hechos delictivos en los concretos términos que dicha Resolución expresa. Por las distintas razones apuntadas, y que a buen seguro el lector comprenderá por si mismo, difícilmente lo será.

Y si, como cabe esperar, dicha Resolución no consiguiese ser implementada en nuestro país o lo fuese muy tardíamente de modo que la irretroactividad penal o la prescripción entrasen en juego – jamás respecto el crimen de las fosas, sólo respecto la omisión del deber de investigarlo en su actual configuración como delito ordinario, que hay que cambiar – el mal menor sería su comparecencia ante una Comisión de la Verdad de los Crímenes del Franquismo que, antes o después, cabe esperar como complemento de una Fiscalía Especial contra los crímenes del franquismo y del posterior periodo de impunidad, ya que la primera sólo empieza donde termina la segunda, y ambas son necesarias en ese inmenso escenario de impunidad. En esa inmensa fosa común, llamada España.

Mientras tanto afortunadamente ahora Argentina nos acaba de ganar bastante más que 4 a 1 en cuanto a lucha a la impunidad, y cada vez estamos más cerca del Tribunal Europeo y de otras instancias de Naciones Unidas. A los criminales de Estado de las fosas, y a los presuntos criminales de Estado de la omisión, cada vez les quedan menos opciones y con un poco de suerte llegará el día en el que serán calificados y recordados por nuestra sociedad exactamente como merecen: como los artífices de un periodo negro de vergüenza e impunidad.

Y, sí, ya sé que para algunos militantes del PSOE será algo terrible todo esto que digo aquí como si la Resolución 1463 me la hubiese inventado yo.

A mi lo que me parece verdaderamente terrible es la actuación antijurídica e inhumana que sigue teniendo nuestro Gobierno, cinco años después de ser aprobada la misma, y sin encontrar un solo respaldo internacional al galimatías que se han empeñado en montar con este tema. Ni uno solo.

Y también me parece terrible su silencio, el clamoroso silencio de esos mismos militantes a los que todo esto les parecerá del todo irresponsable y muy mal, pero que ante las violaciones de los derechos humanos y el presunto crimen de Estado, mantendrán prietas las filas con quienes, de bandazo en bandazo, ni tan siquiera saben ya hacia donde nos llevan. Por lo pronto a perpetrar algo que nos avergonzará a todos los socialistas durante años y a estrellarse de frente contra la Resolución 1463 del Consejo de Europa. Qué inmensa decepción:

“10.3.8. El incumplimiento del deber de investigar efectivamente toda presunta desaparición forzada debe constituir un crimen independiente conminado con una pena adecuada. El ministro y/o el jefe de departamento responsable de las investigaciones deben ser hechos responsables bajo la ley penal por dicho incumplimiento”.

Fuente: En el país de los niños perdidos

19 septiembre 2010

“Verdades escondidas” de Lucía Socam

Filed under: Música en el blog., Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 13:48

image image

 

YA PUEDES BAJARTE"VERDADES ESCONDIDAS" DE LUCIA SOCAM

CD EN RIGUROSO DIRECTO
TE LO PUEDES BAJAR A TRAVÉS DE NUESTRO BLOG: :
http://produccionesutopia.blogspot.com/

GRACIAS A TODOS Y TODAS POR SU COLABORACIÓN.

Queridos amigos y amigas, queremos comunicarles que "Verdades Escondidas", de la cantautora Lucía Sócam, se publicará a través de Internet, desde donde se podrá descargar de manera gratuita desde el próximo en una primera edición musical.

Además, a mediados de septiembre "colgaremos" el vídeo del concierto, que también podrá descargarse de forma gratuita. Y a primeros de octubre, el libro en formato "pdf", para que todos los interesados puedan disponer de este trabajo sin coste alguno.

Les recuerdo que este proyecto colectivo cuenta con más de120 trabajos, realizados por amigos de la causa "memorialista".

Después de casi un año elaborando el proyecto, podemos decir que ha valido la pena poner voz a las historias entrañables de personas que han luchado por la libertad y, en muchos casos, conocieron la muerte, el exilio y la humillación, tan sólo por defender la democracia republicana.

Ya tenemos el primer objetivo fundamental conseguido, ahora nos queda lo más importante: la difusión que hagamos entre todos de este proyecto colectivo.

Ahora, más que nunca, necesitamos de todos y todas para que estas historias no queden en el saco roto del olvido.

Pásalo. Para que no se olvide.

Se va a realizar una edición limitada de 500 copias,120 irán destinadas a todas las personas que han participado en el proyecto y las restantes se destinarán a las asociaciones de memoria histórica.

Agradeciendo de antemano vuestra desinteresada colaboración, aprovechamos para enviaros un cordial saludo:

José Gabriel Rodríguez
Portavoz de Utopía Producciones
Telf.:955786911,685974178
Email:utopiaproducciones@hotmail.com

http://produccionesutopia.blogspot.com/

 

26 julio 2010

Europa se avergüenza de la simbología franquista de la Constitución española

Filed under: Denuncia pública, Memoria Histórica — Mª Ángeles Sierra Hoyos @ 13:35

 



13:05h. del Lunes, 26 de julio

El pasado 27 de junio de 2010 el Parlamento Europeo decidió retirar el ejemplar de la Constitución Monárquica de 1978, que se exponía junto al resto de constituciones europeas. El documento original fue un regalo realizado en 1996 por el propio Congreso de los Diputados de España.

La decisión de la retirada fue adoptada por el Comité Artístico del legislativo europeo al comprobar que los símbolos con los que se aprobó la Carta Magna son los mismos que los utilizados por las instituciones franquistas, como el Águila de San Juan, el yugo y las flechas y el lema “una, grande y libre”.

Miguel A. Muga del Foro por la Memoria, exige en un artículo que, en contra de la opinión de los diputados de ERC en el Parlamento Europeo, quienes solicitaron su retirada, el mantenimiento de la Constitución Española en la exposición permanente de dicha institución. "Porque aún estando de acuerdo en que la portada de la Constitución es ofensiva para cualquier demócrata, deja constancia de una realidad incontestable: que los defensores de la transición a la democracia aceptaron sin rechistar que se llevara a cabo dicho proceso, ensalzando y utilizando los símbolos de una dictadura fascista, cruel y asesina. Reconociendo, por otro lado, que el sistema que disfrutamos es heredero directo del Franquismo", señala Miguel A.Muga.

"Mi propuesta, desde el derecho de las víctimas a la Verdad como uno de los principios establecidos por Naciones Unidas, es que se mantenga el original expuesto en el Parlamento Europeo para que los ciudadanos tengan conocimiento de los símbolos que los voceros de la transición otorgaron a una supuesta Constitución “democrática”, que impuso al pueblo español la monarquía, la bandera y lo que es peor, el silencio y la impunidad para los crímenes franquistas. Y además, que desde el Parlamento Europeo se solicite al Estado Español una copia de la Constitución Española de 1931, como el texto legítimo y legal que debería representar a todos los españoles".

Muga pide "que no se esconda la Historia, la historia de nuestra transición y los símbolos que representan el actual sistema político en España, muestra del desprecio que aún persiste hacía las víctimas del Franquismo y hacia todos los defensores de la libertad, la igualdad y la justicia social, que significó la II República".

Fuente: La República.es

Older Posts »